¿Quién no es consciente a estas alturas de los efectos del uso abusivo de las redes sociales?, ¿ controlan los padres a sus hijos en la utilización de estas?, ¿ por qué ese ansia por trasmitir al minuto lo que haces?...
No digo con esto que las redes sociales sean inútiles, pues considero que pueden llegar a ser imprescindibles en la sociedad de hoy, como un instrumento de información o para movilizarse, pero no creo que ese afán por explicar al mundo lo que haces en cada momento sea imprescindible.
Actualmente hay millones de personas en el mundo que dedican gran parte del día a exponer en la Red, a la vista de todos, lo que hacen y por qué. Y no sólo eso, sino también sus sentimientos y su estado de ánimo.
Hay demasiada gente enganchada a Twitter, que teclean compulsivamente, dejando a la vista de todos sus "seguidores" lo que están haciendo en ese mismo momento.
Cuantas veces has ido a tomar un café o una caña y tu amiga ha sacado su móvil para fotografiar ese momento y a continuación subir la imagen a Facebook, ¿ realmente crees que es necesario?, ¿ no sería más productivo disfrutar de ese instante? ¿ que utilidad crees que tiene que Facebook registre esa información?.
En mi opinión, no tengo la necesidad de saber qué hacen mis "Facebook amigos", salvo que sean gente cercana, en cuyo caso tengo otra forma de comunicarme.
No pretendo criticar el uso de las redes sociales, pues si creo en su utilidad, pero no en su uso abusivo.
Junto con estas, ha surgido otra manera rápida y eficaz de comunicarse, que termina siendo entre adictiva y agobiante, " el WhatsApp". Pues al final se utiliza sin necesidad.
Hace unos días leía en Facebook: " Científicos han descubierto una novedosa forma de chatear en directo a través de la voz y en 3D, lo llaman: tomarse un café con alguien". ¡SORPRENDENTE!, se nos olvido respetar ese magnifico momento en el que disfrutas de la compañía de los presentes, se nos olvido por estar pendiente del WhatsApp, de lo que nos escriben al otro lado. Llegar a este punto, me parece vergonzoso, pero es tan cierto como real. Pues en repetidas ocasiones podemos ver jovencitas en la mesa de un bar con su refresco y disfrutando de su móvil, sin intercambiar palabra alguna, una imagen habitual diariamente, que despierta la indignación de algunos y la indiferencia de otros. Bajo mi punto de vista, algo esta cambiando y no somos conscientes del daño que esto puede llegar a producir. Pues estamos educando seres humanos cada vez menos sociales.