Como podemos ver en este cuadro de las tres gracias, obra de
Pedro Pablo Rubens, pintada al óleo sobre tabla en el siglo XVII.
La figura de las mujeres en él representada, se aleja de los
actuales cánones de belleza, donde reina la delgadez y la falta de curvas en la
mujer. Sobre esto último podemos añadir que en los últimos años ha habido una
firme defensa de estas; sobre todo por parte de mujeres latinas, que no se han
avergonzado de ellas, consiguiendo que se vuelvan a considerar como un elemento
atractivo del físico.
Para ponernos en contexto, hay que aclarar que los cánones
sobre los que estamos hablando son los que han estado presentes e imperan en
occidente.
En el siglo XVII, durante el renacimiento, se recuperan
muchas elementos de la antigüedad clásica,
un ejemplo de ello son los cánones que se dan en la pintura; una de las formas
más utilizadas en esa época para representar las características sociales del
momento.
El canon femenino del renacimiento se caracteriza por la piel
blanca, sonrosada en las mejillas, cabello rubio y largo, frente despejada,
ojos grandes y claros; hombros estrechos, como la cintura; caderas y estómagos
redondeados; manos delgadas y pequeñas, en señal de elegancia y delicadeza; los
pies delgados y proporcionados; dedos largos y finos; cuello largo y delgado;
cadera levemente marcada; senos pequeños, firmes y torneados; labios y mejillas
rojos o
sonrosados. En la época tan solo usaban maquillaje como el colorete y el carmín para esos tonos rosas de la cara. Aunque donde si encontramos diferencias con épocas anteriores es en el vestido ya que es bastante ostentoso. A pesar de eso a los renacentistas, en su afán por mostrar la perfección corporal, les gustaba mostrar la desnudez de los cuerpos en muchas de sus obras.
sonrosados. En la época tan solo usaban maquillaje como el colorete y el carmín para esos tonos rosas de la cara. Aunque donde si encontramos diferencias con épocas anteriores es en el vestido ya que es bastante ostentoso. A pesar de eso a los renacentistas, en su afán por mostrar la perfección corporal, les gustaba mostrar la desnudez de los cuerpos en muchas de sus obras.
El Nacimiento de Venus, de Sandro
Botticelli, realizada entre el 1483 y el 1484.
Actualmente el ideal de belleza femenino, presenta a una
mujer más delgada y estilizada; la belleza no se basa en la palidez, sino en
tonos más morenos.
En cada época existen unos cánones de belleza, si en el
renacimiento era la “gordura”, símbolo de una buena alimentación propia de un
estatus determinado, actualmente en las
sociedad occidental donde hasta hace poco existía un estado de bienestar que
hacía sentir la pobreza como un problema lejano, los cánones son de una
delgadez que en muchos casos puede ser extrema.
Esto va más allá de lo
meramente estético, puesto que existe una contradicción, en mi opinión,
bastante deplorable. Mientras en una parte del mundo las personas mueren de
hambre, en otros lugares no muy alejados, las
mujeres vestidas con finas sedas pasean sus esqueléticos cuerpos sobre
pasarelas, consagrándose como ideal de belleza.
Como es sabido y denunciado, este ideal ha llevado a muchas
jóvenes a la anorexia o directamente al suicidio, debido en gran parte a que la
mayoría de las mujeres reales no tienen nada que ver con ese ideal de
perfección que nos quieren vender.
No comparto la idea de un ideal de belleza absoluto, pues
aplica un rasero igual a personas que son distintas, dando lugar a la exclusión
y a la desigualdad. Creo que esto hace que solo consideremos
bellas ciertas cosas y que definamos la hermosura de alguien dependiendo del
grado de parecido que tenga con ese canon. Esto, beneficia enormemente a la
sociedad capitalista en la que vivimos, puesto que nos ofrece un ideal y las
cosas necesarias para conseguirlo, es decir, nos pone una zanahoria que nunca
podremos alcanzar y esto nos frustra.
Por ejemplo, si en los anuncios te dicen que lo que se lleva
para estar guapa es un horrible abrigo amarillo chillón, la gente lo comprara
para alcanzar el ideal. Y más concretamente si lo bello es la delgadez, te
ofrecen liposucciones, fajas y todo tipo de artículos que te hagan sentir un
poco mejor cuando te mires al espejo y veas que no eres como las chicas
perfectas que salen por televisión, "pero que te acercas".
Como conclusión,
decir que la búsqueda de un ideal estético o de una verdad absoluta; puede
llevar a cometer actos horribles. Tenemos el ejemplo de Hitler, que buscaba el
ideal y supremacía de la raza aria; y aunque no fue esto en concreto causa de
todas las acciones que cometió, se puede considerar una parte fundamental. Si hablamos en términos filosóficos podíamos nombrar
a Nietzsche y su teoría del superhombre.
Y como mejor ejemplo, Mikel Jackson. Si el ideal es ser
blanco y occidental ¿Qué puedo hacer para conseguirlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario