Desde niña, la mujer va creando un estereotipo de belleza
ideal a seguir. Son muchas las películas, dibujos, o series infantiles que
recrean un mundo ideal, con chicas guapas, de ojos bonitos, cabello perfecto,
delgaditas, simpáticas, extrovertidas y alegres.
De este modo, desde la infancia nos hacen soñar en llegar a
ser esa princesa Disney inalcanzable, a pensar que la forma de conseguir la
felicidad es encontrar el príncipe azul y formar la familia perfecta.
Pero la realidad no es esa, va mucho más allá. En la vida
real cuando encuentras una pareja, no tiene nada que ver con el príncipe azul,
ni con ese mundo perfecto que se empeñan en inculcarnos desde el cine, los
libros y la publicidad.
En la imagen que el fotógrafo Ryan Astamendi reúne a este
grupo de modelos, vemos como consigue hacer su propia versión de las princesas
Disney, como si tuvieran vida propia: Blancanieves, Jasmin, Rapunzel, Aurora y
Jessica Rabbit son elegidas para interpretar una escena más cercana a la
realidad de lo que tan sólo son uno personajes ficticios.
Esta foto nos muestra hasta que punto nos llegan a influenciar
los medios de comunicación. Pues nos lleva a preguntarnos: ¿qué pensara una
niña de 10 años al ver esta imagen?, ¿se imaginara poder ser como alguna de
estas modelos?, ¿la gustaría vestirse con la misma indumentaria?, ¿la generara
complejos por no poder parecerse a ellas?
Y ¿por qué no crear
otro tipo de princesas Disney?, princesas sin un cuerpo perfecto, y sin una
belleza extrema, ¿por qué no una modelo gordita y simpática?
Por otro lado, en la imagen que mostramos a continuación, se
plantean otra forma de ver la realidad: “debería
haber una princesa sin pelo para que cada niña en el mundo que este luchando
contra el cáncer sepa que también es hermosa”. El planteamiento nos parece
excepcional y estamos seguras de que esta imagen hará sonreír a más de una niña
hospitalizada.
Quizás esta no sea la forma más realista de mostrar a una
niña o niño enfermo de cáncer que es hermoso. Quizás a veces no sea tan malo
acercarle a la realidad. Pero también es cierto que con esto Disney pretendía
llegar a las niñas enfermas de cáncer.
Con esta foto se inicio una campaña que llegó hasta la
compañía de muñecas “Mattel” para que creara muñecas sin cabello.
A pesar de esta iniciativa,
Gustavo Dávila, de la organización Jóvenes contra el cáncer, cree que la
apariencia de una muñeca es indiferente, especialmente para quienes forman
parte de la organización. “El trabajo en la recuperación de la autoestima y de
la aceptación del cáncer es uno de los primeros pasos que se debe seguir”,
explica.
Bibliografía:http://www.elcomercio.com/entretenimiento/propuesta-munecas-cabello_0_635936474.html
(Diario El Comercio).
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