
Los concursos de belleza para niñas entre los 6 meses y los 12 años, abundan y de hecho tienen varios miles de parcipantes. También los hay para varones, pero con mucha menor frecuencia, y para edades algo más tempranas. El furor por estos concursos es tan importante, que hasta hay programas de televisión que los difunden ampliamente, en un formato
tipo reallity show.
En estos concursos las niñas son maquilladas, peinadas y vestidas como pequeñas mujeres. Hay algunos que no permiten maquillaje ni peinados sofisticados, pero no son la mayoría ni mucho menos. La imagen que más se repite es la de pequeñas adultitas muy arregladas.
En estos concursos las niñas son maquilladas, peinadas y vestidas como pequeñas mujeres. Hay algunos que no permiten maquillaje ni peinados sofisticados, pero no son la mayoría ni mucho menos. La imagen que más se repite es la de pequeñas adultitas muy arregladas.
Existen
las categorías Baby Queen (niños menores de un año), Tiny Queen (niños entre 1
y tres años), Pee-wees Queen (niños entre 4 y seis años) y por último pasan a
las categorías superiores hechas ya unas profesionales en el mundo de la
pasarela.
De hecho, las grandes empresas de publicidad mandan a sus caza-talentos a estos concursos para lograr encontrar la imagen que de cara al futuro, representará a las multinacionales.
Mientras los principales campeonatos de misses adultas siguen siendo un gran negocio que mueve millones de dólares al año, la red de competiciones infantiles es su versión a escala.
De hecho, las grandes empresas de publicidad mandan a sus caza-talentos a estos concursos para lograr encontrar la imagen que de cara al futuro, representará a las multinacionales.
Mientras los principales campeonatos de misses adultas siguen siendo un gran negocio que mueve millones de dólares al año, la red de competiciones infantiles es su versión a escala.
Se ha
demostrado que las niñas que participaban en estos concursos, una vez entradas
en la madurez, desarrollaban problemas psicológicos. Algunas ex misses
infantiles aseguran haber llegado a su madurez con traumas.
Se
publicaron todo tipo de estudios sobre concursos de belleza y explotación
infantil. Entre ellos, el libro La niña en mí, que pintaba un sombrío retrato
sobre este tipo de competiciones. "Les
han robado su infancia. Son convertidas en objetos eróticos. Se les enseña a
actuar como objetos sexuales, a gustar a otros", asegura su autora,
la psiquiatra Emily Hancock.
Las voces a favor aseguran que
estas competiciones son un ejercicio más en la formación de un niño. Los que
participan en ellos aprenden dos cosas fundamentales: confianza en sí mismos y
capacidad verbal, lo que resulta básico en el aprendizaje, especialmente si
luego aspiran a ocupar profesiones que les obliguen a tratar con el público.
Depilación con cera, bronceado artificial, uso de prótesis dentales para disimular un diente de leche caído, extensiones y pintura de cabello, uso de maquillaje, pestañas postizas y uñas postizas; son algunos de los tratamientos a los que se someten las niñas.
En los videos de concursos cuando las niñas posan en bikinis, se pueden ver que las pequeñas presentan un marcado trabajo en sus cuerpos y sus abdominales, sin señales de la característica ''grasa de bebé''.
Depilación con cera, bronceado artificial, uso de prótesis dentales para disimular un diente de leche caído, extensiones y pintura de cabello, uso de maquillaje, pestañas postizas y uñas postizas; son algunos de los tratamientos a los que se someten las niñas.
En los videos de concursos cuando las niñas posan en bikinis, se pueden ver que las pequeñas presentan un marcado trabajo en sus cuerpos y sus abdominales, sin señales de la característica ''grasa de bebé''.
Hay quienes opinan que sirven a
las niñas en bandeja, convirtiéndolas en objetos sexuales para el disfrute de
la audiencia.
Podemos destacar
los casos mas recientes que han sido concimos estos últimos tiempos,como el
mega ultra conocido video de la madre que depila con cera a su hija ,usando
como soborno una bolsa de golosinas o la mas
reciente de la madre que aplicaba BOTOX a su hija de 8 años...
Como conclusión, decir que este
tipo de aberraciones que se hacen con los niñas y niños son producto de una sociedad
basada en la imagen, muy aferrada a ciertos estereotipos irreales que no se
corresponden con la realidad.
Anteriormente se ha dicho que
muchas veces son las madres las que intentan cumplir su sueño a través de sus
hijas, lo que nos permite ver la obsesión por la estética.
Esta obsesión se ha convertido
una necesidad, originada en su mayor parte por la sociedad de consumo en la que
vivimos inmersos, que promueve continuamente valores superficiales, que no para
de hinchar.
Deberíamos reflexionar más sobre
este y otros temas similares, sobre su origen y porque son tan famosos a
pequeña o gran escala, pues como decimos siempre, los pequeños aprenden de lo
que hacen los mayores. Si se quieren cambiar los valores de la sociedad, tendrá
que ser esta quien los transforme.
Este vídeo de un programa de noticias latinoamericano, nos cuenta detalladamente como son estos concursos.
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